El historiador Alonso Zamora lamenta que no se haya "metido el diente" al Acueducto de Segovia

  • El doctor en Historia del Arte Alonso Zamora ha afirmado que todos se han "acostumbrado" a ver el Acueducto de Segovia pero no se ha "metido el diente", cuando hay mucho trabajo por hacer, a través de una investigación y mayor inversión, aunque "con orden".

Así lo ha señalado Zamora con motivo de su intervención en la sesión inaugural de las primeras jornadas 'Acueducto de Segovia. Una ciudad por y para un monumento', que se ha desarrollado este lunes en la sede de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce.

La intervención del también académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Real Academia de la Historia se ha centrado en la cartela del Acueducto, es decir, la inscripción con letras de bronce que lucía en el sotabanco de la parte central del monumento y que reflejaría la fecha de la que data.

Alonso Zamora ha explicado que actualmente se están buscando "análisis nuevos" para reducir el campo a la improvisación y llegar a una interpretación "menos subjetiva". Pero, de momento, "no hay dinero". El último trabajo relacionado con la cartela fue desarrollado en 1992 por el historiador y epigrafista especializado en la Antigua Roma, Géza Alföldy. Zamora ha valorado ese estudio y ha argumentado que abordar uno nuevo tendría que ser con la garantía de, al menos, igualar su nivel.

Alonso Zamora ha aseverado que esa versión "es la mejor", por reunir todos los avales en cuanto a sintaxis, vocabulario y abreviaturas. Lo cierto es que la cartela podría facilitar el nombre del emperador de ese momento y "seguramente" de los magistrados locales.

Por lo que se sabe hasta ahora, ese texto reflejaba que el Acueducto "ha tenido una reparación por lo menos" y todo apunta a que se llevó a cabo en la época de Trajano. Su antecesor, Domiciano, no puede figurar en la cartela porque, tras ser declarado traidor, su nombre es borrado de todas las inscripciones del Imperio. A Domiciano lo sucede Nerva, que solo mantiene el poder dos años.

En cuanto a la reparación, la cartela muestra "ambigüedad", según Alonso Zamora, ya que "no se dice que funcionara antes" el Acueducto ni tampoco que no lo hiciera. No obstante, Zamora ha reiterado que la cartela dataría de tiempos de Trabajo y, más concretamente, "tiene que estar hecha entre los últimos días de noviembre y la primera quincena de diciembre del año 98 d.C.", que es cuando Trajano ya tendría los títulos que podría recoger esa cartela.

IMÁGENES DEL ACUEDUCTO

La jornada inaugural también ha contado con un acercamiento al monumento desde la fotografía, de la mano del especialista en recuperación de archivos y colecciones de fotografía antigua, José Manuel Estebaranz, quien ha atribuido a esta técnica el valor de haber aportado "el primer visado de realidad" sobre el monumento, "frente a otras representaciones del Acueducto anteriores en el tiempo".

Estebaranz ha abordado la evolución de la imagen a través del ingenio hidráulico y "cómo muestra mil caras", sobre todo en la época en la que "la fotografía reinó". El ponente también ha recordado que se trata de una construcción civil que está "incrustada" en la ciudad, por lo que los ciudadanos han hecho "uso cotidiano" de ella, a diferencia, por ejemplo, del Alcázar, "que no era tan accesible" mientras que "los segovianos viven con el Acueducto".

José Manuel Estebaranz ha mostrado la que pasa por ser la primera fotografía del Acueducto. Se tomó en torno a 1850 y se atribuye al francés Alphonse de Launay, que en su primer viaje a España reunió una colección de imágenes, en la que Segovia está representada con cuatro instantáneas. No en vano, Estebaranz ha recordado que su acercamiento se ha basado en los fotógrafos "visitantes, no en los residentes", para ver cómo ellos han difundido la imagen del monumento "por todo el mundo".

Asimismo, el experto ha asegurado que la técnica fotográfica ha ayudado a tener una "visión distinta" del Acueducto, al haber permitido descubrir "imágenes desconocidas" a través de un "camino de acercamiento". Los primeros fotógrafos registraron su "monumentalidad y grandiosidad" y, "poco a poco" y con el tiempo, los autores han ido incluyendo "rebaños, pastores, carros y la vida popular" en torno al Acueducto.

Al principio tenían que inclinarse para sacar imágenes, que se ceñían al cuerpo central de la construcción. Pero a medida que la técnica ha ido "adquiriendo movilidad" y la reducción de los equipos ha permitido al fotógrafo "pasear, meterse entre los arcos y experimentar con escorzos, picados o contrapicados".

De este modo, Estebaranz ha indicado que la técnica fotográfica ha creado un "lenguaje visual" en el espectador, que le ha llevado a ser capaz de reconocer el Acueducto aunque en una instantánea solamente aparezcan "cinco sillares de un pilar".

Por otro lado, la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, ha recordado que el espíritu de estas jornadas es el de "fomentar mayor conocimiento, reflexión, debate y sensibilización" sobre el monumento que es "nuestro icono" y el que "nos trajo el agua y la vida" e hizo "posible" la ciudad.

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